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Van cayendo uno tras otro.

La policía británica investiga a Kyle Walker del Manchester City, después de que circularan videos de las cámaras de seguridad del bar Vodka Revs de Wilmslow, donde el jugador salió a tomar con amigos el domingo pasado.

En el video, distribuido por The Sun, se puede ver al jugador manoseando a una mujer, que definitivamente no es su esposa y madre de sus tres hijos. También se ve a Walker mostrando los genitales en un par de ocasiones.

Es evidente que el jugador se encontraba intoxicado. Esto no es pretexto para los actos de indecencia.

En la ley británica basta que hubiera dos o más personas presentes cuando el jugador mostró los genitales para considerarlo un delito por “exposición indecente” y por “ultrajar la decencia pública”. El castigo por estos actos puede alcanzar hasta dos años de cárcel.

Pero nada de esto le importa realmente al jugador. De acuerdo a una fuente citada en The Sun, lo que realmente le preocupa es perder la oportunidad de extender su contrato con el Manchester City.

Aunque el equipo no se ha pronunciado respecto a los hechos, salió a la luz que sí canceló una reunión con Walker en la que podrían haber revisado la extensión de su contrato.

La evidencia es clara y las cosas no lucen bien para el futbolista.