16 horas revelan la dura realidad de Ansu Fati y desafían la promesa de Flick | Relevo

Cuando Ansu Fati comenzaba a recuperar minutos con el Barça, las lesiones volvieron a tocar su puerta.

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Desde aquella rotura de menisco el 8 de noviembre de 2020, que lo mantuvo fuera de las canchas por más de 300 días, parecía que las cosas mejoraban. Sin embargo, un nuevo contratiempo en el entrenamiento del miércoles, una rotura en el bíceps femoral, lo apartará del equipo por un mes. Así, su desafiante realidad se manifiesta en apenas 16 horas.

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El pasado martes, el Barça compartió un video en redes sociales donde Ansu Fati, junto a Sergi Domínguez y Pau Víctor, celebraba alegremente un triunfo en los entrenamientos. Apenas 16 horas después, el club expresaba su apoyo en redes tras confirmarse su inesperada lesión. Esta es la segunda lesión de la temporada, después de una fascitis plantar, lo que deja al joven de 22 años atrapado en un ciclo de contratiempos que afectan su crecimiento.

La prometedora carrera de Ansu Fati, que deslumbró en la temporada 2019-20 con siete goles en 24 partidos, se detuvo abruptamente. Lo que parecía una recuperación de cuatro meses se alargó a 11, con cuatro operaciones fallidas que desequilibraron su musculatura. Miquel Llobet, traumatólogo, explicó en su momento que "hay un antes y un después de las lesiones", señalando que el jugador explosivo y ágil ya no es el mismo tras su calvario clínico.

Pese a su talento, Ansu Fati lucha por regresar a un alto nivel competitivo. En la temporada 21-22 pasó 181 días lesionado, y en la siguiente disminuyó su rendimiento al ser titular en solo 15 partidos. Su cesión al Brighton en la Premier League tampoco mejoró su situación, sumando 69 días lesionado. Roberto de Zerbi, tras reclutarlo, mencionó en rueda de prensa sus altas expectativas y la necesidad de que Fati mejore su juego físico y mental. A su regreso al Barça, la directiva consideró opciones para su futuro, mientras que el entrenador Hansi Flick pidió paciencia con él. Ahora, Ansu Fati espera volver a su nivel, mirando hacia 2025 con la esperanza de que esos breves momentos de éxito se conviertan en rutina.