Auch, los testículos de James Rodríguez fueron la razón de su mal juego
Difícilmente existe algo más doloroso en la vida de un hombre que recibir un golpe bien posicionado en los testículos. Se pierde el aire, se nubla la vista y el dolor parece eterno.
El dolor puede ser tal y tan duradero que incluso podría interferir con tu trabajo. Así le pasó a James Rodríguez, quien no he sa recuperado desde que recibiera un tremendo golpazo directamente en los testículos durante el encuentro entre su Everton y el Liverpoool el pasado 17 de octubre.
Desde entonces, el colombiano no se ha recuperado y la inflamación de sus testítulos le ha estorbado en su desempeño. Tanto así que el fin de semana pasado Rodríguez se vio desencajado al jugar contra el Southampton.
Al parecer, el jugador está recibiendo tratamiento para reducir la inflamación, esperando que en el próximo partido sus testículos no se interpongan en su camino.
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Foto de portada pressinphoto/Sipa USA
