Cinco problemas que Rúben Amorim debe resolver como entrenador del Man United

Rúben Amorim ha llegado a Inglaterra para asumir el liderazgo de Manchester United y restaurar sus días de gloria.

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Es el sexto entrenador permanente desde que Sir Alex Ferguson se retiró en 2013, sucediendo a Moyes, Van Gaal, Mourinho, Solskjaer y Ten Hag. A pesar de los esfuerzos de estos técnicos, el club aún no ha alcanzado la cima en la Premier League o en la Liga de Campeones. Amorim, con solo 39 años, ha sido reconocido como uno de los mejores entrenadores jóvenes de Europa tras obtener dos títulos de liga con Sporting CP. Aunque admite que su tarea será "difícil," asegura estar preparado para enfrentar el desafío.

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Amorim planea implementar su sistema preferido de 3-4-3 en el United, lo que supone adaptar una plantilla acostumbrada a variaciones del 4-3-3. La elección de los laterales será crucial, y jugadores como Diogo Dalot, Noussair Mazraoui y Luke Shaw son opciones evidentes. Además, plantea la posibilidad de transformar a Alejandro Garnacho y Amad Diallo en laterales híbridos, lo que requerirá que asuman más responsabilidades defensivas bajo su orientación.

Una de sus principales tareas será encontrar un lugar adecuado para Marcus Rashford, dado que el sistema de Amorim con tres centrales deja menos espacio para atacantes frontales. Rashford podría encajar como uno de los dos creativos No.10, pero necesitará trabajar en su desempeño defensivo. Amorim espera que sus creativos no solo brillen ofensivamente, sino que también presionen y se replieguen rápidamente, una crítica que Rashford ha recibido de los aficionados.

Amorim también debe encontrar la manera de consolidar a Rasmus Højlund como un goleador prolífico, un problema que contribuyó a la caída de Ten Hag. Además, hacer de Old Trafford una fortaleza es una prioridad, ya que el equipo ha sufrido numerosas derrotas en casa. La implementación de un estilo de juego claro y reconocible, caracterizado por una presión agresiva y una línea defensiva alta, será esencial para ganarse la confianza de los hinchas, aunque los resultados tarden en llegar.