El Milan triunfa, pero sufre la baja de Morata.
El Estrella Roja solo había conseguido una victoria en esta edición de la Champions contra el Stuttgart en la última jornada. Con este triunfo, los rossoneri se preparan para afrontar los últimos partidos de la fase de grupos en una buena posición, situados a solo un punto del Top-8 y con enfrentamientos próximos contra el Girona y el Dinamo Zagreb.
El partido comenzó con dificultades para el técnico Fonseca, ya que no pudo contar con el lesionado Pulisic y, además, Loftus-Cheek y Morata pidieron el cambio casi al mismo tiempo cerca de la media hora de juego. Antes de estos cambios, Leão tuvo un mano a mano con Gutesa que el portero logró salvar, y Maksimovic disparó al travesaño. Con la entrada de Chukwueze y Abraham, el ataque del Milan continuó sin resentimientos. Leão adelantó al equipo antes del descanso con un gol impresionante tras un pase largo de Fofana.
Después del descanso, Milojevic intentó dar más agresividad a su equipo al introducir a Radonjic al minuto 60. Siete minutos después de entrar al campo, Radonjic robó el balón a Fofana y, con un potente disparo con la zurda desde la frontal del área, puso el empate en el marcador al colocar el balón al lado del palo derecho de Maignan, quien no pudo evitar el gol.
Cuando parecía que el Milan podría perder la ventaja, Abraham apareció en los momentos cruciales. Aprovechó un rebote tras un tiro al poste en una jugada a balón parado para marcar el definitivo 2-1, aunque no sin polémica. La jugada fue revisada por el VAR por la posición de los jugadores cerca de la línea de gol, pero finalmente el árbitro Gil Manzano dio validez al tanto, otorgando así la victoria al equipo italiano.