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La selección nacional de futbol de Estados Unidos se vio en medio de un escándalo después de que se filtrara (sabemos perfectamente quién lo filtró, cof cof familia de Gio Reyna) que el director técnico del equipo Gregg Berhalter había golpeado a su esposa cuando apenas eran novios, algunas décadas atrás.

Berhalter no pudo más que aceptar lo sucedido y nos quedamos a la espera de las sanciones que emitiría el órgano futbolístico de Estados Unidos. ¿Qué pasó? Prácticamente nada.

La Federación de Fútbol de Estados Unidos compartió que Berhalter podrá aplicar como cualquier otro candidato a la dirección de la selección.

El órgano investigador compuesto por abogados ajenos a las partes involucradas, determinó que en los últimos 31 años el técnico no ha presentado ningún tipo de acción agresiva o en contra de las leyes. Por lo tanto, es un candidato, como todo otro, válido para dirigir al equipo.

Y ya de paso, el órgano investigador también libró a la familia Reyna de extorsión. Decidieron dejarle a la FIFA la sanción por posiblemente romper su código de ética interno. Pero, eso digamos, ya no es su problema.