Festejos de Efraín Juárez con Atlético Nacional causan polémica y ridículas sanciones
El futbol es pasión de multitudes, especialmente en un país como Colombia donde se vive con mucha intensidad y si hablamos de una de las ciudades más futboleras, Medellín entra en el top.
Cuando hablamos del "clásico paisa" entre Atlético Nacional y el Deportivo Independiente de Medellín esperamos intensidad, mucho fervor y pasión en los 22 jugadores, el cuerpo técnico y los hinchas de ambos clubes tan importantes en la ciudad. Así que una medida tan absurda como sancionar por tres años sin ingresar al estadio a Efraín Juárez es vergonzosa para el futbol colombiano.
Juárez y sus "verdolagas" consiguieron el pase a la final de la Copa Colombia el pasado fin de semana derrotando al rival de la ciudad en un partido muy caliente donde el estratega mexicano celebró de manera muy efusiva la victoria de su escuadra sin imaginar que su festejo, desataría una ola de incidentes en los que incluso ya se pide la intervención de la cancillería mexicana.
Las imágenes no muestran una provocación directa a la tribuna, incluso el técnico mexicano se disculpó con la gente del DIM asegurando que el festejo lo estaba realizando con los dirigentes en el palco del equipo, pero eso no impidió que hinchas del DIM arrojaran objetos a la cancha y provocaran una trifulca que afortunadamente no pasó a mayores en un clásico muy caliente de dos equipos que comparen ciudad y el Estadio Atanasio Girardot, además de ser señalados de infiltraciones del narcotráfico y la guerrilla en los años 89 y 90.
La policía intervino para detener al estratega del Atlético Nacional en la conferencia de prensa e interrogarlo por los hechos, pues tras el festejo, miles de hinchas del DIM se sintieron ofendidos y vieron en la expresión del técnico una provocación por lo que se dio una invasión de cancha de la que supuestamente es responsable Efraín Juárez.
La sanción impuesta al técnico mexicano fue escandalosa, tres años sin poder ingresar a un estadio en Colombia y una sanción de 6 mil dólares, lo que representaría una grave afectación a su trabajo como entrenador de un equipo de futbol profesional, pero ahí no termina todo. Anoche en el enfrentamiento entre Atlético Nacional y Santa Fe y tras conseguir una goleada de 5-0 por la fecha uno del cuadrangular final de la Dimayor, el técnico fue expulsado por el silbante al celebrar nuevamente de manera efusiva un tanto de su equipo.
Algunos medios mexicanos han exigido la intervención de la cancillería mexicana en Colombia al considerar la sanción un acto de discriminación e incluso el propio alcalde de la ciudad de Medellín calificó la acción como absurda, recordando que en Colombia los estadios y escenarios deportivos los gestionan las autoridades y son ellos quienes determinan si una persona puede ingresar o no al recinto.
El Atlético Nacional apelará la sanción impuesta a su estratega restando una confirmación de una segunda instancia y defendió al mexicano asegurando que están convencidos del profesionalismo y los valores que tiene su entrenador en lo que parece una persecución contra el timonel azteca, además de acusar persecución al equipo en el futbol colombiano en un hecho histórico en el país cafetalero.
La situación en Colombia nos hace pensar si no se está juzgando de mala manera un incidente futbolero, pues la seguridad es responsabilidad de las autoridades, no de un técnico y sus acciones al festejar una victoria tan importante para su equipo y su joven carrera en el futbol colombiano. Deberíamos estar más preocupados por detener a los agresores, a los que lanzaron objetos, a los que invadieron la cancha y como recientemente hemos visto a los que ingresan al estadio con cuchillos con intención de matar, que criminalizar el festejo de un técnico que solo se dejó llevar por la pasión del futbol.