Las grandes apuestas de Man United dan frutos; la sequía de Haaland empeora los problemas del Man City.
Los aficionados del City mostraron su descontento abucheando a su equipo, mientras que los del United se burlaron de Guardiola con cánticos de "Te despiden por la mañana". Esta derrota deja al City con ocho derrotas en sus 11 últimos partidos, el peor registro desde 2003, y va nublando sus esperanzas de título.
El City inició el partido con esperanzas de redención tras el gol inicial de Josko Gvardiol, pero la falta de dinamismo y la disipación del temor que solían imponer se hicieron evidentes. La falta de velocidad en áreas claves y el desgaste de jugadores como Kyle Walker, Kevin De Bruyne e Ilkay Gündogan es preocupante. Aunque Guardiola firmó recientemente una extensión de contrato, este rendimiento pobre pone a prueba su estabilidad en el cargo.
Por otro lado, el United sigue mostrando progreso bajo el liderazgo de Ruben Amorim, quien destacó la lucha y el espíritu de su equipo. A pesar de un rendimiento imperfecto, lograron remontar con un penalti transformado por Bruno Fernandes y el gol decisivo de Amad. Este resultado también reafirma las decisiones valientes de Amorim, quien dejó fuera del equipo a figuras como Marcus Rashford y Alejandro Garnacho, apostando por cambios en su alineación que finalmente pagaron dividendos.
En el Manchester City, el nórdico Erling Haaland sigue enfrentando una sequía de goles, lo que incrementa las complicaciones del equipo. Haaland ha marcado solo seis goles en liga desde finales de agosto, y los rivales han aprendido a neutralizar su impacto. Mientras tanto, la actuación de Gvardiol fue un sube y baja, pasando de potencial héroe tras anotar un gol, a villano en los últimos minutos del partido. Este periodo de dificultades para jugadores clave evidencia la urgencia de ajustes en el planteamiento de Guardiola.