Liga MX sin garantías de seguridad. Violencia empaña Clásico Capitalino
Nuevamente la violencia empaña el futbol mexicano, esta vez en el Clásico Capitalino, pues tras la victoria de Pumas por la mínima diferencia en calidad de visitante, los ánimos se encendieron en la parcialidad azulcrema que cobardemente agredieron a familias y aficionados de Pumas a los que, prácticamente salieron a cazar.
¿Y aún se pregunta la Federación Mexicana de Futbol, por qué la gente se está alejando de los estadios? Las garantías de seguridad son mínimas en México, pese al exceso de policías y seguridad contratada por los clubes, no hay operativo, no hay protocolos, ya no hay juntas previas entre líderes de barras para asegurar su compromiso a la no violencia, no hay nada.
La vida de los aficionados al futbol en México depende de la implementación del Fan ID, que apesta a corrupción y que ha probado ser inútil, ya que hasta la fecha no han detenido a ningún rijoso en algún estadio en México utilizando este sistema, e incidentes han tenido varios, incluyendo un asesinato con arma de fuego en las afueras del Estadio Caliente en la ciudad de Tijuana que se sigue sin esclarecer y del que ya nadie habla.
Estadio Ciudad de los Deportes sin garantías de seguridad
Esta vez fueron los seguidores de Pumas los que pagaron el precio de la pésima gestión de Mikel Arriola al frente de la Liga MX y vamos a desglosar el tema para que aquellos que nunca han visitado un estadio en México se pongan en contexto.
Desde el surgimiento de las barras organizadas en México hace ya 26 años, los operativos en los estadios poco a poco se fueron adecuando a la llegada de estos grupos, y finalmente se logró acondicionar zonas en cada estadio para los visitantes, lo que prácticamente impedía que las hinchadas más radicales se juntaran y permitía que en las tribunas "familiares" las aficiones se mezclaran dependiendo la plaza y el rival.
De inmediato se detectaron los partidos de "alto riesgo" y el Clásico Capitalino entre Pumas y América, sin duda, es el que encabezó la lista, por lo que al ser dos equipos de la capital mexicana, la policía en la ciudad tenía contacto con los líderes de cada barra y previo a cada encuentro se juntaban y organizaban el operativo, comprometiendo a los barristas al respeto y la no violencia. Una medida muy eficiente por muchos años ya que el partido pasó de ser de alto riesgo a uno en que la familia podía asistir con llenos impresionantes tanto en el Estadio Azteca como en Ciudad Universitaria.
La irresponsabilidad de Mikel Arriola
Pero con la llegada de Mikel Arriola, un político del PRI con nulo conocimiento de temas de cancha y extra cancha y al primer brote de violencia que le tocó gestionar, decidió unilateralmente prohibir el acceso a las barras visitantes y la implementación del Fan ID para registrar a todos los aficionados, eso sí, en dos partes, porque la primera y millonaria prueba, no funcionó y se tuvo que rehacer nuevamente el sistema y tras invertir nuevamente otros tantos millones, por fin la plataforma quedó lista, pero sin considerar la infraestructura en los estadios que en muchos casos no permite tener un dispositivo conectado a internet para verificar la identidad de los seguidores, por lo que la medida, pasó de ser obligatoria, a sugerencia y ahora es completamente aleatoria.
Excusarse con la prohibición a los visitantes solo evadió su responsabilidad de implementar un operativo para el resguardo de las aficiones que viajan acompañando a su equipo o que viven en las ciudades donde su equipo va de visita. Y aunque parezca increíble, la medida lejos de ser más segura, ha permitido que los barristas más radicales se mezclen entre la afición "común" provocando decenas de incidentes en las tribunas, ya que no existe una zona asignada y la gente termina comprando boletos de las localidades disponibles.
Esto fue lo que detonó uno de los incidentes en el Clásico Capitalino de la tarde de ayer entre América y Pumas, pues este grupo de aficionados auriazules fue agredido por los seguidores azulcremas durante el juego sin que ninguna autoridad castigara a los culpables, y todo derivado de juntar a ambas parcialidades en un duelo tan caliente como lo es cualquier clásico cuando en otros tiempos hubiera sido imposible que se sentaran juntos aficionados de Pumas y América. La sangre de los dos seguidores de Pumas recae en las manos de Mikel Arriola, éste es el resultado de su "prohibición".
Violencia en el Clásico Capitalino, ¿una llama que revive?
La responsabilidad es totalmente del presidente de la Liga MX, quien no ha tenido la apertura para tratar el tema con los involucrados, los grupos de animación, las barras. Pretende tapar el sol con un dedo y hacer como que no existen, pero ahí están, y son ellos los que últimamente pueblan las gradas de una desangelada Liga MX que ya perdió terreno con un deporte como el beisbol que sí llenan sus estadios. Sin acuerdos y operativos eficientes, la gente cada vez se va a alejar más de los estadios.
Los incidentes a la salida del partido de anoche fueron vergonzosos y lamentables, ninguna autoridad se hizo presente cuando estaban agrediendo a los aficionados de Pumas, nadie es responsable de los hechos, cuando en la policía está la responsabilidad de la seguridad de la población implementando un operativo y sobre todo cuando es un recinto que durante muchos años albergó partidos de alto riesgo en la época en que el Cruz Azul jugó de local y se lograba dividir a las aficiones tanto en el interior como en el exterior del inmueble, reduciendo al mínimo los brotes de violencia.
La impunidad con la que la gente de América golpeó a aficionados de Pumas dentro y fuera del estadio, solo está encendiendo una llama que parecía extinguida, la de la violencia en el Clásico Capitalino. No duden que hay gente de Pumas dispuesta a olvidar todo tipo de acuerdos y cobrar venganza en el siguiente partido en casa. La solución está en el diálogo y no en la represión, de lo contrario cada vez será más imposible asistir al estadio en México. ¿Mal espectáculo, caro y peligroso? No gracias, mejor voy al beis.