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Que los jugadores de Pumas rompan con su afición es la peor idea

Pocos estadios en México tienen la mística de Ciudad Universitaria, un lugar que más que una cancha de futbol es (...)

Pocos estadios en México tienen la mística de Ciudad Universitaria, un lugar que más que una cancha de futbol es un templo para quienes ahí acuden.

Aficionados, universitarios, futbolistas y ex futbolistas aprenden a amar y respetar la historia de los colores azul y oro donde la institución va mucho más allá de los personajes.

La historia se respeta, los símbolos universitarios se hacen valer con orgullo y con dignidad. La afición de Pumas es muy celosa de sus tradiciones esas que les dan identidad y los convierte en una de las hinchadas con más peso en el futbol mexicano.

El Himno Universitario antes de cada juego es un ejemplo del respeto que hay por la tradición. Lo son también los creados por la propia afición, como entonar el Goya al finalizar cada partido. Una muestra de agradecimiento mutuo entre equipo y su gente.

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© Sipa USA

Históricamente sin importar el resultado, equipo y afición se funden en un Goya al finalizar cada encuentro, pero hay ocasiones que la hinchada muestra su inconformidad por los malos resultados. Como sucedió en el partido ante América y ante Santos en la presente campaña.

La Rebel no le dio la espalda a su equipo, alentó los 90 minutos como suele ser su costumbre, su inconfundible manera de ser, pero el Goya se gana y cuando los jugadores no respetan esa historia la gente se los hace saber.

El domingo tras conseguir la voltereta de alarido contra Cruz Azul y meterse al repechaje de milagro, los jugadores de Pumas se sintieron por encima de la historia de la institución.

El columnista de Récord, Francotirador, aseguró el día de hoy que el desaire de los jugadores a su afición fue idea de Nico Freire, capitán del equipo quien ordenó a sus compañeros no acudir al llamado de Goya de la gente, ante la sorpresa de los jugadores sobre todo los canteranos que entienden perfectamente el binomio Pumas – afición.

No Freire, nadie está por encima de Pumas y su historia, actitudes agrandadas como la mostrada el domingo no suman al proyecto que más que nunca necesita de la unidad de todas las partes y sí, la afición es importantísima para conseguir los objetivos, lo fue para lograr la remontada y clasificar al repechaje.

Pumas y sobre todo su capitán el argentino Nicolás Freire, tendrán dos semanas para recapacitar su postura ante la afición, por que los jugadores están de paso, sobre todo los extranjeros. Empiecen a mostrar más respeto a la institución que hoy tienen la fortuna de representar.

Ya dieron un paso muy importante, respetarse a ustedes mismos, se quitaron la apatía, ganaron cuatro de sus últimos seis partidos, mismos que les sirvieron para salvar un torneo para el olvido. Están enrachados, jugando bien y necesitan de su afición si en su cabeza está pelar el título.