Cómo el entrenador JJ Redick, LeBron James y los Lakers lograron llegar hasta aquí

A dos semanas del inicio del campamento de entrenamiento, JJ Redick se encontraba en las instalaciones de los Angeles Lakers, preparándose para su primer año como entrenador.

A sus 40 años, se presenta con un aire de confianza y profesionalismo que recuerda a Pat Riley, el legendario entrenador de la franquicia. Redick, quien se define como un “enfermo del baloncesto”, ha hecho frente a su nuevo rol con seriedad y ha enfatizado que no existe un plan específico sobre cómo compartirán el campo LeBron James y su hijo Bronny. Este desafío llega en un momento clave para los Lakers, que buscan navegar el final de la carrera de James y la llegada de Bronny.

La conexión entre Redick y James se fortaleció en una cena en Las Vegas después de un partido, donde ambos discutieron su pasión por el baloncesto y la posibilidad de un proyecto conjunto. Aunque nunca jugaron al mismo tiempo, su historia en la NBA se cruzó, y esto ha forjado un vínculo único. Tras el éxito del podcast que realizaron juntos, Redick ha manifestado que se siente preparado para asumir este nuevo reto, creyendo firmemente que su experiencia y comprensión del juego moderno lo hacen el candidato ideal para liderar el equipo.

Sin embargo, el desafío no es sencillo. La presión sobre Redick es considerable, no solo por ser el entrenador de LeBron, un ícono del baloncesto, sino también por la expectativa de ver a Bronny bajo su tutela. Redick ha ido más allá de la controversia que rodea su relación con James y ha decidido enfocarse en el potencial de crecimiento de Bronny, a quien considera un joven con muchas ganas de triunfar. Además, Redick es consciente de la inestabilidad que ha enfrentado la franquicia en términos de liderazgo, siendo el 29º entrenador en la historia de los Lakers, con sus predecesores teniendo poca duración en sus contratos.

El gerente general Rob Pelinka ha dejado claro que no contrataron a Redick solo para manejar la transición de James, sino para encontrar un líder que también pueda guiar a Bronny. En este sentido, Redick parece estar comprometido a establecer una cultura sólida en el equipo que perdure más allá de la carrera de LeBron. "No hay garantías en esta industria", admite, reconociendo la incertidumbre que enfrenta en su nuevo rol, y demuestra la confianza de que puede llevar a cabo este proyecto, brindando estabilidad a los Lakers en un momento crucial de su historia.