Aaron Rodgers: El Momento Perfecto para Decir Adiós
Sin embargo, el acto de soltar es esencial para nuestro crecimiento personal y profesional. Aferrarse a lo que creemos que nos proporciona felicidad puede causar daño tanto a nosotros mismos como a quienes nos rodean.
Este es el dilema de Aaron Rodgers. Aunque no es el más adecuado para hablar de adicciones, su mayor "droga" es, sin duda, la NFL. Ha sido parte de su vida durante tanto tiempo que quizás ha llegado el momento de desintoxicarse de ella.
Con 41 años y después de una temporada caótica con los New York Jets, el futuro de este legendario quarterback es incierto. "Necesito averiguar si todavía tengo ganas de jugar o no, si puedo recuperar el amor por el juego", declaró Rodgers tras finalizar el año con una simbólica victoria sobre los Dolphins. Parece que ya no hay más retiros espirituales en las montañas para él.
Tras 18 temporadas en Lambeau Field, se despidió de los Green Bay Packers, donde se forjó como uno de los mejores en su deporte. Con un Super Bowl y el título de MVP, además de cuatro premios como el jugador más valioso de la temporada, su carrera está a la altura de los más grandes. Rodgers llegó a los Jets con la esperanza de repetir la hazaña de Joe Namath, en una franquicia que no gana un título desde su tercera aparición en el Super Bowl.