En el barrio se organiza mejor: las vergonzosas decisiones de la CONMEBOL, que ensucian al fútbol

Si te dicen que el ente organizador de los torneos más importantes de Sudamérica no estuvo atento a tres casos de malas inclusiones de futbolistas en la Copa

Si te dicen que el ente organizador de los torneos más importantes de Sudamérica no estuvo atento a tres casos de malas inclusiones de futbolistas en la Copa Libertadores, y que uno de ellos jugó siete partidos con su autorización por más de que estaba inhabilitado, ¿vos le creés?

Cualquier ser humano que tenga dos dedos de frente te diría que no, que no hay chance de que las máximas autoridades de competiciones de la magnitud de una Copa Libertadores, de una Copa Sudamericana, puedan manejar tan mal el reglamento, a tal punto de tener menos organización que un torneo de barrio o un intercountry.

Usted pensará que estoy exagerando, pero no: incluso en las competencias que se arman entre clubes amateurs, con el mínimo nivel de competitividad, cuando un jugador está suspendido y quiere firmar planilla se encontrará con dicha aclaración al lado de su nombre, por lo que el árbitro ya sabrá que el futbolista no está autorizado a formar parte del equipo.

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Todo lo contrario ocurrió con Jonathan Requena, de Deportes Temuco; con Carlos Sánchez, del Santos; y, finalmente, con Bruno Zuculini, de River Plate.

Si bien es cierto que los clubes que poseen a los profesionales también tienen un buen grado de responsabilidad (es una obligación chequear si tu futbolista está habilitado o acarrea suspensión), el error que tuvo la CONMEBOL, sobre todo con el caso Zuculini, es gravísimo. 

Cuando River consultó acerca de los jugadores que no podían estar presentes, la Confederación Sudamericana de Fútbol nunca mencionó al volante central, que había sido expulsado cuando jugaba para Racing y seguía suspendido, como lo marca claramente el reglamento.

Agustin Marcarian/GettyImages

Otro de los casos insólitos se dio con el tema Sánchez: al darse cuenta de que estaba mal incluído, Independiente reclamó justamente los puntos, tal como lo había hecho San Lorenzo, pero la CONMEBOL aún no brindó una resolución, a menos de 24 horas para el inicio del partido de vuelta. 

Es decir que el Rojo todavía no sabe si saldrá a la cancha empatando 0 a 0, tal como terminó el partido, o 3 a 0 a favor, el resultado que merece por el error del Santos con el futbolista uruguayo.

Como si esto fuera poco, ayer circuló el rumor de que la Copa Libertadores podría suspenderse. Si bien ya fue desmentido por el propio ente, con todas las desprolijidades que se están dando quizás sería lo más justo. 

No para los hinchas, que nada tienen que ver con ésto, pero sí para castigar la pésima organización de CONMEBOL, que no da pie con bola: omisión del reglamento, falta de comunicación, poco poder de decisión, y una lluvia de especulaciones que no hacen más que seguir dañando al deporte más lindo de todos.