¿ISCO O ASENSIO? | Llegó la hora de que Lopetegui decida
Modric ya está al nivel del resto de sus compañeros. El croata ha tardado en entrar en la rutina del Real Madrid debido a que llegó a la final del Mundial junto a su selección, Croacia, y se incorporó más tarde a la pretemporada pero ya está en plena forma y llama a las puertas de la titularidad. Además, según las últimas informaciones, habría exigido ser indiscutible y, de no ser así, volverá a escuchar ofertas en el mercado invernal. Debido a esta tesitura, y a su gran calidad, parece que Modric será insustituible en el 4-3-3 de Lopetegui, al igual que Kroos. El centro del campo está repleto y solo queda una pieza libre, uno de los extremos del tridente ofensivo. Llegó la hora Lopetegui.
El nuevo técnico del Real Madrid tiene una difícil decisión. Otorgar la confianza a Isco, la pieza base de su selección española, o a Asensio, el joven con un futuro más prometedor del fútbol español. Un problema que, aunque bendito, puede atragantársele por la lucha de egos. Todos estamos metiéndonos estos días en la cabeza de Julen Lopetegui para aventurar su decisión, todos, en cada estadio, somos un poco entrenadores.
Mi elección estaría clara. Asensio debe ser el titular. Un futbolista con su futuro no puede verse en el banquillo. Además, la posición de Isco continúa sin existir en el Real Madrid. El malagueño, aunque con más movilidad, tiene maneras de 10 puro, jugador de mucha calidad técnica que debe marcar la diferencia entre las líneas viendo esos espacios que otros futbolistas no ven. Ese lugar no existe en el Real Madrid. El sistema de Lopetegui aporta libertad posicional a sus jugadores pero necesita de dos extremos agresivos y con velocidad por las bandas. Necesita del mejor Asensio.
Isco deberá asumir su suplencia. El malagueño siempre habrá de ser la primera pieza en las rotaciones de Lopetegui. Interior, extremo o incluso falso 9; su papel debe ser importante esta temporada con la camiseta blanca pero no primordial. El extremo está reservado para el mallorquín.