El Barcelona debe renovar ya a Jordi Alba antes de que sea demasiado tarde
Ya se sabe cómo funciona el tiempo en el fútbol. Una semana es un mundo y todo puede cambiar de un día para otro. Incluso para la duración de los contratos de los jugadores. Para cualquier persona normal un año y medio es un lapso de tiempo medianamente largo, pero cuando hablamos de la duración de un contrato de un jugador, la situación es bien distinta.
A Jordi Alba precisamente le resta aproximadamente un año y medio de contrato con el Barça, es decir, acaba el 30 de junio de 2020, pero es el único de la columna vertebral del equipo que no ha visto revisado su contrato al alza en los últimos meses. Prácticamente todos han estampado su firma, menos Alba, que parece que lo acabará haciendo y ya se han iniciado las negociaciones.
Ahí el Barcelona ha estado atento y rápido. Le urge renovar al jugador. No solo por la proximidad del vencimiento del contrato, sino por el rendimiento del jugador y por las novias que tiene, llámese Guardiola o Manchester City. Jordi Alba está, casi sin ninguna duda, en el mejor momento de su carrera. Puede que no sea comparable a ganar una Champions, pero haber hecho cambiar de opinión a Luis Enrique tiene su mérito y no es una cuestión baladí.
De irse, el club se encontraría con un problema muy serio, y a día de hoy, los 150 millones que tiene de cláusula se antojan hasta asumibles por varios clubes. Pero no es solo un problema su marcha, es que no tiene recambio alguno, ni de garantías ni de nada, y encontrar un jugador que como mínimo aporte la mitad de lo que hace Alba en cada partido, no es fácil hoy en día, ni barato y habrá que soltar una buena cantidad de millones.
A sus 29 años, no es un niño, le quedan, como mucho, tres o cuatro temporadas al más alto nivel, pero ya lo han leído, en el fútbol el tiempo pasa muy deprisa, pero tres o cuatro temporadas sí que no pasan tan rápido.