Si Vinícius quiere triunfar en el Real Madrid debería tomar un curso de definición
En una temporada llena de altibajos el Real Madrid recibió ayer uno de los golpes más duros al caer eliminado en la Copa del Rey ante el FC Barcelona, en el Santiago Bernabéu. Y no es que el equipo de Valverde arrollase a los blancos como ocurrió en el Clásico de Liga en el mes de octubre ni que los de Solari mostrasen su peor cara como ante el Girona o el Levante, pero esta vez la suerte se vistió al cien por cien de azulgrana o más bien entre Vinicius y Ter Stegen el Madrid vio cómo se esfumaban todas sus ocasiones de ver portería.
Sí, el joven brasileño es uno de los responsables del resurgir de este Madrid y aporta al juego un toque de frescura que le faltaba al equipo, pero de momento hay algo que no tiene: gol. Durante el Clásico las mejores oportunidades del Madrid estuvieron en sus botas pero el chaval sigue gafado de cara a puerta. Y cuando perdonas ocasiones tan claras como las que tuvo Vinicius lo acabas pagando.
Una tras otra los madridistas veían como el brasileño desaprovechaba sus ocasiones, mientras que en la otra portería Suárez no perdonaba y el Madrid perdía definitivamente la oportunidad de pelear por el primer título de la temporada. Y en medio de la desesperación por ver cómo su equipo no conseguía batir a Ter Stegen la nostalgia se apoderó de muchos aficionados madridistas y se acordaron de Cristiano Ronaldo, un depredador del área que no hubiese desperdiciado tantas ocasiones.
Pero Vinicius no es Cristiano, y comparar al joven brasileño con una leyenda como el portugués es muy osado. Al carioca no le faltan ganas pero tendría que copiar algo del que pudo haber sido su compañero en el conjunto blanco y mejorar su puntería de cara a portería, si no quiere que la sombra del portugués planee sobre el Santiago Bernabéu cada vez que falla una ocasión y más si son tan claras como las de anoche.
A Vinicius había que darle tiempo y su adaptación al equipo ha sido meteórica, pero para lo que no tiene tiempo el Madrid es para esperar a que despierte su olfato goleador, ya demostrado en Brasil. El talento y los goles cuando son innatos acaban saliendo a la luz por sí mismos, pero unos entrenamientos adicionales y algún que otro consejo no le sentarían nada mal al brasileño.
Vinicius es la nueva ilusión del madridismo, pero como siga fallando goles a este ritmo esa ilusión puede terminar por transformarse en desesperación y ya sabemos que la afición del Bernabéu no se caracteriza especialmente por su paciencia. Grandes delanteros como Karim Benzema o el propio Cristiano saben lo que es sufrir en primera persona los pitos de sus aficionados después de errar un ocasión tras otra.
El brasileño no es el responsable de la eliminación del Madrid pero quizá si hubiese mejorado su puntería el resultado de la eliminatoria habría sido otro. Eso ya no se puede cambiar y con lo que le viene al Madrid encima con otro Clásico y una vuelta de octavos de Champions, Vinícius necesita con urgencia empezar a marcar goles por el bien del equipo. Jugar bonito como él lo hace no es nada fácil, pero al fin y al cabo el objetivo del fútbol es marcar goles, y por muy bien que juegues si el equipo no marca lo acabará pagando.
El día que Vinicius, además de tumbar defensas, doblegue porteros, habrá dado un gran salto de calidad no sólo beneficioso para su carrera sino también para el equipo, y por el bien del Madrid y del suyo propio cuanto antes solucione sus problemas con el gol mejor les irá a ambos. A lo mejor lo que faltó a Vinicius fue solo fortuna, pero si consigue mejorar su gafe con el gol no tendrá que estar solo a expensas de la suerte.
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