Gareth Bale está sentenciado salvo que haga un final de temporada espectacular
Gareth Bale tiene los días contados en el Real Madrid. El galés ha terminado por colmar la paciencia de la directiva merengue y del presidente Florentino Pérez. El máximo mandatario le ha concedido demasiadas oportunidades pero esta campaña ha terminado por sentenciar al jugador, tal y como publica el diario As.
Y es que, aparte de la mala campaña que está realizando a nivel deportivo, en la que incluso ha perdido la titularidad en favor de otros jugadores que aparentemente trabajan más sobre el campo, sus últimas faltas de disciplina y de actitud han hecho que Florentino tome la decisión de traspasar al jugador a final de temporada.
Primero con la ya famosa 'peineta' que hizo en el Wanda Metropolitano hacia la afición rojiblanca y que sorprendentemente se ha quedado sin sanción. Y después con su actitud en el banquillo y el posterior desprecio a Lucas cuando marcó en el encuentro frente al Levante. Hay que recordar que Bale dejó de calentar, tal y como captaron las cámaras de Gol TV, y se sentó en el banco pese a que su calentamiento no había terminado. Luego acabó marcando de penalti cuando salió al campo y no sólo no lo celebró, sino que apartó a Lucas Vázquez, que había ido a festejar el gol con su compañero. Todo eso ha sido lo que ha agotado la paciencia del presidente.
Lo único que podría salvar al futbolista sería un gran final de año como el que hizo el curso pasado, siendo el gran protagonista de la final de la Champions League ante el Liverpool con dos goles, uno de ellos de espectacular chilena. Sólo con una actuación así se aseguraría continuar un año más.
De no ser así, Florentino le buscará un destino al galés este verano. En 2017 ya estuvo a punto de venderlo al Manchester United y cree que el club inglés podría volver a estar interesado, además de otros equipos 'top'. La idea del presidente es la de sacar al menos 100 millones de euros y además se desharía de la ficha más alta del equipo en estos momentos (13 millones de euros netos por campaña), lo que supondría una inyección importante de dinero para afrontar una renovación de la plantilla.