Se cumple 1 año del campeonato de Concacaf de Chivas ¿Qué cambió en el Rebaño desde entonces?

Se ha cumplido un año desde que el equipo de las Chivas se proclamó campeón de la Concacaf. Fue el 25 de abril del 2018 cuando los dirigidos por el entrenador

Se ha cumplido un año desde que el equipo de las Chivas se proclamó campeón de la Concacaf. Fue el 25 de abril del 2018 cuando los dirigidos por el entrenador Matías Almeyda vencieron desde el manchón de los once pasos al Toronto por marcador de 4-2. Aunque nadie se hubiera imaginado lo que doce meses después estaba por suceder. 

¡No te olvides de seguirnos también en nuestra cuenta de Instagram, @90min_es!

Una situación complicada comenzó a nacer desde la salida del Pelado. Luego de no mantener buenas relaciones con el directivo José Luis Higuera, éste despidió al argentino, quien salió por la puerta trasera de la institución a pesar de las súplicas por la mayoría de aficionados rojiblancos quienes estaban contentos con 5 títulos al frente de Almeyda.

Hector Vivas/GettyImages

De ahí en adelante los altos mandos del club comenzaron a desarmar a Chivas. Se fueron hombres importantes para la escuadra, como Rodolfo Cota, Rodolfo Pizarro, Osvaldo Alanís, Carlos Fierro, entre otros. Además, mucho se especuló de la llegada de un timón internacional y de renombre, aunque al final la directiva se decantó por elegir a José Cardozo como estratega.

Lo malos resultados acompañaron al Príncipe Guaraní, quien en momentos dio chispazos y alegrías al público del chiverío. Aunque no fue suficiente, y el haber perdido dos Clásicos ante el odiado rival (América) terminaron por sentenciar el trabajo del paraguayo. Días después Coyote tomó con la misma suerte al club, para enseguida dar paso a Tomás Boy.

Refugio Ruiz/GettyImages

Otro detalle que ha afectado al rendimiento de Chivas es su poca efectividad al ataque. Sus delanteros se encuentran con la pólvora mojada: Vega (3), Pulido (3), Cisneros (2), Madrigal (0) y Godínez (0). Es así que en un año, el Rebaño Sagrado pasó de la gloria al infierno. Además de agregar que para el siguiente torneo peleará dramáticamente por no descender. 

¡Tristísimo!