Alisson demostró que se sienta en la misma mesa que Ter Stegen y Oblak
Lo caro, si es bueno, sale hasta barato y en la actualidad el mejor ejemplo de ello es el Liverpool. Muchos se llevaron las manos a la cabeza el año pasado cuando, durante unas semanas, el brasileño Alisson Becker se convirtió en el portero más caro de la historia, los mismos que después de ayer han tenido que bajarlas. Más de 60 millones en un portero parecía una locura, pero su gasto está hoy en día más que justificado.
Porque Alisson ha sido la diferencia entre el año pasado y este. En contexto, el Liverpool jugó mejor el año pasado la final que ayer, pero la diferencia radicó en la portería. Karius, conmocionado, se 'tragó' más de un gol, ayer Alisson no tuvo excesivo trabajo salvo al final, pero sus intervenciones evitaron que el Tottenham empatara la eliminatoria.
Lo de ayer fue solo la síntesis de todo el año. No hay que olvidar de que el Liverpool, aunque no ha salido campeón de la Premier League, ha hecho un año para enmarcar la liga y que el salto cualitativo se debe a la solidez defensiva mostrada gracias, entre otros, a Alisson - 51 partidos en todas las competiciones y solo 34 en contra - .
Ya lo venía advirtiendo el año pasado en laRoma - fue nominado a mejor portero de la Champions 2018 - y de ahí su elevado precio final, un precio, que en vista de cómo está de inflado el mercado, parece hasta calderilla.
A día de hoy, pocos dudan de que los mejores del mundo son Oblak y Ter Stegen. A esta dupla, desde ayer se les une otro nombre más. Y es que, como bien dijo Griezmann, aunque en su caso no se termina de dar, Alisson come en la mesa de los mejores porteros del mundo y lo hace desde el sillón principal, con la Champions al lado.